El tiempo es una caverna.

Tuesday, July 26, 2011

Soy criminal en cierto modo, no te diré mi delito.

A veces se sienta uno frente a la computadora, a escribir o al menos intentarlo, y las ideas no fluyen como uno lo quisiera. Lo cierto es que esta madrugada en la que he culminado una conversación, ha llegado a mí la necesidad de condenar con mis palabras a los ladrones que no son condenados por la ley. Son los ladrones que consumen de tu tiempo sin que sea tu voluntad, te lo roban, restándote oportunidades y palabras que gritar y descubrir. Son los ladrones que te hablan de algún tema de alguna vida ajena a la tuya y a la suya, puro chisme, pura palabrería, ponzoñas venenosas con extremidades y un ser. Tienes tanta brecha que no les detienes, no les haces valer las leyes que parecen no existir, pero en realidad con el simple hecho de haber sido puestas las vidas en cualquier parte del camino, ya la ley es natural, pre-existente, obligatoria de conocer

Así voy mirando que existen los ladrones de ideas, que no están condenado en el plagio. Son los que te roban hasta el suspiro cuando les hablas de tu futuro, de ese que no conoces y te lo roban como por arte de magia. Ladrones de sospechas y planes...

Quiero denunciar ante la vida que los ladrones son los criminales más intrigantes y poco discretos de la historia del mundo. Han sabido camuflajear bien su realidad, han creado tantas máscaras que me impresionana. Han pasado por la vida robando la vida haciéndose llamar asesinos; virginidades, llamándose violadores; la integridad, llamándose políticos... Lo cierto es que todos roban algo; ladrones son todos los criminales, todos por igual sentencia deben asumir que han robado al mundo un pedazo de su alma...