Complejos y soledad

He llegado a ser todo lo que quieres tener. aunque la mayoría del tiempo creo que no esperas que lo sea, aún así lo soy. Sin que te des cuenta alcanzo tus expectativas con esperanza, y convierto mis palabras en tu canción favorita para que las oigas (porque conozco las pocas ganas que tienes de escuchar) con ánimo. Tengo en en mis camisas tu color preferido muy repetido para que te de gusto verme cuando decidimos encontrarnos y, aunque no lo creas, me he tatuado tu nombre en el hombro para que sientas que soy de tu propiedad y vengas más a menudo a visitarme y me regales chocolates de esos que me encantan. He cambiado un poco mi vocabulario para que entiendas lo que llego a decirte y no te aburras de mis discursos sobre lo interesante o lo doloroso de la vida.
He dejado de vivir y casi soy feliz, sin embargo entiendo que he cambiado todo por merecer un espacio en tu cuaderno, pero todo es tan relativo de vez en cuando que no has comprendido nada y sonríes, caminas, te vas, regresas, tocas, miras, bailas y te vas siempre sin decir gracias.

Madrugada Intermitente

Foto: Tomada por mí mientras todos hablaban de esperanzas ajenas en el carro de camino a un destino desconocido. En ocasiones como ésta encuentras un ¿a dónde? y...

Las preguntas son plagas

que por completo toman

mi conciencia, mis ideas.

Están en formas desiguales; 

como puramente abstractas.

Suspiradas nacen y viven

son quizás un por qué,

pero casi siempre no se ven

y están en mi pensante:

¿cómo? ¿cuándo? ¿yo?

un ¿quién eres o soy?

¿cuándo me perdí de mí?

¿cuándo llegaste a fastidiar

las cosas perfectas que 

cuando dormía aparecían?

todo continúa en mi cabeza

como un circo, como ruedas

de la bicicleta colorida

de algún payaso novato:

¿sabes lo que quieres, querida?

¿entiendes lo que has tomado?

¿es realmente tu felicidad

lo que acaricias en lo poco

que alcanzas cada día escaso

en el que pareces la prioridad?

y todo es un círculo vicioso

y ajeno a mi voluntad, pero...

las preguntas son un ciclo

que parezco necesitar; siguen.

Un clásico

Al fondo de esta agena habitación, las suaves notas del Jazz me distraen y me hacen pensar en ti. Siempre tan perfecto entre las estrellas y tan vulnerable siempre yo entre tus promesas. Quiero hallar y conocer el privilegio de tu espalda, recortar pedacitos de tu musa para mí, servirme café en tu cocina, poner a prueba el sonido de tu TV, limpiar tu cuarto y prestarte mi cepillo de dientes. Entonces, bien estaría hacer un pacto genuino entre nuestras almas. Acordémonos el uno del otro mientras jugamos a no necesitarnos.  Recordemos siempre que estamos aquí, mejor dicho estoy aquí y estás allá, pero los dos en el kilómetro medio de las distancias. Seamos libres el uno para el otro y presos para el mundo.

Sobre la foto: La tomé hace un par de semanas en la playa (Escambrón San Juan, PR) y puede que no tenga sentido alguno con la entrada, pero puede que entre tantas personas cruzando frente al lente de la cámara cuando tomé la foto, haya una persona imaginando cenas clásicas iguales a las que imagino y sobre las que escribo...

Cumplir

Mi cumpleaños pasó por aquí hace unos minutos, ya no es mi día según lo dicho. Me puse a pensar sobre esa palabra "cumplir". Se supone que se usa para definir el acto de completar, haber ejecutado, hacer valer alguna promesa dándole vida o ganar un años más de vida terrenal. Entonces pensaba yo, con lo único que cumplen realmente las personas (cuando no se suicidan o cometen actos en contra de la vida) es con los años y lo hacen por obligación... lo demás nunca deja de ser un teatro por una proyección, porque (me incluyo) las personas no cumplen por desearlo sino más bien por no tener que pagar consecuencias algunas.