Once

Hace once mensualidades que tengo el privilegio

de conocer en cada fin se semana la oportunidad,

de recostar mis cabellos resecos en unos hombros.

Es un experiencia que tiene dos vertientes y un fin.

Todo empieza con dos palabras y termina con un beso.

Todo empieza con tiempo de silencio y de repente

de risas se inunda cada minuto; se respira aire puro.

Es el tiempo más corto del mundo cuando comienza

cada viernes, cada sábado o cada domingo en que

logramos cruzar miradas, suspiros, palabras... besos.

Todo empieza cuando llegas a las puertas de mi casa

con una preciosa visita, con tu chaqueta, con tus gafas.

Todo tomó lugar hace once meses con un sí disimulado,

con un sí camuflajeado, con un sí finalmente rotundo.

Hace once meses que hemos podido entender lo bello

de tener y dar; tenerse y darse. Todo empezó cuando

de un tú y un yo convertimos nuestros versos en nosotros.

Dedicado a mi humano preferido, Andrés.

Mueble

Persigo muchos sueños equivocados y otros buenos pero difíciles de alcanzar. Persigo esperanzas quebrantadas de vez en cuando y sonrisas que no me dan seguridad, son falsas. Después de cada semana persigo con esas ansias el llegar a verte y poderte abrazar, besarte, hablarte,, sobar tu pelo, llegar a sonreír, sin embargo a veces no sucede y se me secan los ojos para no sentirme sola. Lo que abandono es el auto-complacerme y dejo que caiga todo del otro lado. Quisiera que todos, o al menos tú pudieras entender las cosas que significan para mí una lágrima o un tal vez quiero llorar ahora. Quisiera que cuando me muevo muy lento por las pocas ganas de reír que tengo solamente existieras sin que te busque. esperar, esperar, esperar, esperar y esperar. Ya no quiero esperar tanto por que se cumplan mis deseos. Quiero que lo que persigo se detenga un momento porque ya estoy cansada y no quiero correr más tras sus pasos para siempre terminar esperando. Estando de este lado, detrás de todos, no encuentro formas menos saturadas de llamarle por su nombre queriendo que responda con un sí en contra de su voluntad por alguna vez.

Ahora cabe preguntar si al menos se ha entendido algo o si debo también comenzar a perseguir la oprtunidad de que alguien, que ojalá seas tú, entienda lo que escribo, lo que siento, lo que soy, lo que odio ser, lo que amo ser, lo que amo que seas y lo que odio que desees.  ¿Qué se hace o se dice después de haber perseguido tanto sin obtener una mitad de lo buscado? Alguien que me diga porque por mi parte me he quedado vacía de ideas.

Siento miedo

Siento miedo de perder, de ganar,
de huir, de estar equivocada,
de haber arruinado, de lastimar,
de haber pecado, de todo y de nada.
Siento miedo de que no estés,
miedo quizá de no estar yo.
 Siento miedo de estrechar mi mano
 y de no tener una respuesta.
Siento miedo de aprender demasiado,
de no entender, de no conocer, de no comprender,
 de pretender que no pasa nada aquí
cuando se cae el mundo y hasta el universo.
 Siento miedo de quererte tanto que al final
sea en vano un beso. Siento miedo de esperarte
 y que no llegues otra vez, Siento miedo de perderme
yo buscando tu armonía, queriendo que sonrías
 mientras exista la posibilidad de ser feliz.
Solo miedo de morir en vida.

Brecha

Te ví llegar sin haberte esperado.
Entraste a mis pensamientos fugaz,
me dejaste tanto en que tener pensado,
me dejaste pensando en tanto que tener,
que sin saberlo habitaste mis ideas
y hasta mis palabras, nos dimos un lado
para sentarnos a conversar de los besos
y todo fue queriendo pero sin querer.
Ya han pasado miles de largas horas
que se han hecho cortas volviendose tiempo
y seguimos llegando cada fin de la semana
para encontrar en nuestros secretos
una razón más para caminar cada mañana.

Un poco cerca de lo eterno

Ayer recibí un tropiezo cerca de la media noche
y aproveché para gritar un poco de lo que tragaba,
pero no fue suficiente, no fue el mejor buche
que pude haber soltado cuando todo se trataba
de aprovechar el dolor de un golpe para hacer de vez
que saliera también el dolor del pecho, el del alma.

Luego de tanto arrepentirme por el desperdicio
de oportunidades únicas para derramar toda impureza
que se alimenta de mi alma como si su vicio
fuese generar en mis entranas cada gota de tristeza
que cree ser indispensable en mis horas de sueño.

Entonces cierro los ojos y sueño que todo tuvo fin,
que simplemente los días no son eternamente de sonrisas,
que las sonrisas no son eternamente eternas, en fin,
que cuando llegas simplemente todo olvido de prisa...

Corto lapso de tiempo en la cueva

Escucho mil canciones simplemente porque busco que alguna pueda decir con exactitud lo que hay dentro de mi. Sin embargo ninguna es tan precisa como para hacerme llorar y no tengo todavía fuerzas necesarias para escribir una propia... Protesto, me duele un poco. Grito y golpeo la pared con la frente para sacarle sangre al punto y lamento una vez más que todavía pueda querer desaparecer. Fin.

Apreciación subjetiva

Primeramente has pensado que morir es una alternativa casi perfecta y miras al espejo para aprender a mirarte. Por segunda idea conoces esas ganas tan inmensas de correr y correr, pero con solo pensarlo te fatigas y desistes. Entonces concluyes caminar mientras sobrevives, y escondes tu alma en un pote de cristal para que todos la vean, te exhibes, te donas simplemente para que todos te asesinen, y así  no tener nada de culpa. Felicitaciones, has encontrado el rumbo perfecto para quedar en ridículo ante los sabios, pero ante la masa vacía, que es la mayoría del mundo, eres lo más bueno que haya existido en alguna avenida conocida. Después de tanto haber intentado conseguir que todos te hicieran morir descubres un beso, descubres una sonrisa, descubres un abrazo y hasta una canción que, de repente, te hacen sentir como que hay algo que tiene mucho sentido y quieres cubrir tu alma. Me da tanta pena que ahora parezcas un fantasma, que nadie vea lo que has encontrado, y que ya tu alma sea un patrimonio; no se vende, no se regala, no se usa, no te pertenece, pero entretiene a todos. Mírate, ya lo has perdido casi todo, ya has perdido tantas cosas que las que encuentras parecen nada. Ya obtuviste lo que tanto deseaste y el Universo te permitió alcanzarlo. Ya has muerto. Ya no pareces existir. ¿Ahora qué? ¿Tienes dinero suficiente para comprar un alma nueva y una nueva reputación?

Comedia

De inmediato te doy la más cordial bienvenida
a mi tragedia hermosa y llena de fidelidad
a cada cosa venenosa que me da ánimos de crecer.
Te doy la bienvenida a mi hermosa tragedia.

Desde ahora sabrás que a veces aquí se comparte
un poco de lo que no se tiene y el sol brilla
solo cuando le place. Bienvenido y bienvenida
a mi hermosa tragedia que dura solo el día de hoy
y todas las veces que decidas leer estas líneas.

Es mi hermosa tragedia porque es de todos aquellos
que puedan entrar a mis espacios más puros
donde lo rojo es de ese color y sigue lloviendo agua
pero los cristales no son transparentes y sobre ellos
se postra el sucio de mis manos cuando toco un poco
de lo que el mundo me ofrece gratuita y exclusivamente
cuando las ocasiones especiales surgen y emergen.

Si entraste a mi cronología y previamente supiste
que las pocas fechas tenían largas oraciones de desvelos
nuevamente debes conocer las palabras que puedo decir hoy:
Bienvenido a mi hermosa y única tragedia. Disfruta la estadía.

Ocio y mansedumbre

Miras a todos los lugares que te permita el alcance del cuello
Y claramente puedes ver la impersonalidad que se proponen
Vivir estas masas andantes de este nuevo siglo, te preocupas,
Te arrepientes de haber planificado tus días y se esconden
Tus deseos de tener esas largas conversaciones que no vuelven.

Cuando la noche se encarga de mecerte en su cuna de brisa
Intentas no pensar, pero el computador se adueña de tus ojos,
Te conviertes en el juguete del televisor y te sientas a perder
Por mil y una vez el tiempo que sabes no volverá, no regresa…

Así nuevamente crees que has hecho tanto al cielo, pensando
Que todo lo poco que haces es suficiente, pero descubres
En un comercial que para nada has visto la vida en ese dia
Y te entregas una vez más a la cama, te unes apasionadamente
A su prontitud de hacerte feliz, de hacerte volar en la inconciencia.
Entonces ya no razonas, has perdido la pelea contra tu vicio
De ser un perdedor mas en el listado de las ganancias y mueres vivo.

Métrica y consuelo

Mucho que tengo hoy de inventario en la maleta
que cargo todos los dias en que despierto conciente.
Tengo un par de sandalias por oblogación, sin quererlas.
Tengo un techo desorganizado y un par de dientes
que con el frío me regalan dolor profundo al igual
que con la dulzura y algunos ingredientes en el alimento.
También tengo un resumen de todas esas preguntas que
diariamente recibo y son siempre iguales; sin respuestas.
Entre otras cosas, tengo un sobre y un poco de azúcar
para echarle al café por las mañana de rutina.
Tengo una brújula inservible, no se leer sus flechas locas,
no se siquiera decir si tiene algún norte porque tristemente
nunca amé tanto la geografía para prestarle atención a
una rosa de los vientos trazada en una pizarra verde por años.
Creo que tengo una colección de largos puntos suspensivos
sobre mi mesa de noche esperando responder a mis desvelos
con un enfoque poético para que no parezca tan real y crudo.
Tengo un olvido de lo importante, una carta sin enviar,
un siglo que no podré terminar de vivir, un xilófono viejo,
una grieta en el piso de mi habitación, un secreto sin contar,
muchas horas sin dormir, decisiones que debería tomar de inmediato,
soluciones sin encontrás, un caos, un deseo reprimido, una historia
para contar todas las noches hasta que parezca aburrida, un horario,
poco tiempo para mi silencio, papeles sin archivar, cigarros ajenos
que no fumaré, sorpresas por descubrir, lecciones por aprender...
Y olvido algo, solo necesito culminar mi catástrofe con la calma,
porque en este instante tus palabras han hecho cesar mi tempestad,
tú que sabes bien quien soy y me regalas a Dios en una frase
para que exista un mapa complejo y extenso más útil que una brújula.
Sólo falta decir que entre todo lo que tengo también estás
y es suficiente para sentir la satisfactoria necesidad de sonreír.