Muchas de esas veces
en que te tengo tan cerca
y estás entre mis brazos,
frente a mis labios y
sobre mi aire, soy tan seca
y fría que dejo de recordar
cuanto te amo. Amor, yo
te amo. No quiero que
por ningún motivo,
en todo caso ser yo el motivo
de que sientas que estoy distante.
Nada de lo que pienses cuando
me alejo de tu piel es lo que crees,
porque tengo que aclarar que
cada vez que soy un témpano
de hielo
es porque temo alejarte
con el exceso de amor que
soy en realidad. Por suerte
la mayor parte del tiempo
despierto y puedo regalarte
mis más profundas caricias
antes de que te volees y regreses
a tu guarida.
Amor, por nada del mundo,
jamás de los jamases se te ocurra
pensar que soy fría porque no te amo.
Nunca intentes pensarlo porque
si no lo has notado cada vez
que te acercas un milímetro más,
crece mi sonrisa y mis palpitaciones
son demasiado cortas; un dilema.
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