Ya que yo iba sonriendo
y dejando los martirios
en las cunetas sucias.
Ya cuando iba pisando
tan firme y decidida
a fingir que te olvidé
llegas con las cartas
sobre la mesa. Juegas.
Muero. Infarto. Me voy
deshaciendo en la cama
cubriendo mis mejillas
con imaginación y sal.
Cuando ya ni te pensaba
me propones un lugar
para dejar ir la frustración
y yo cansada me rindo,
me volteo y me seduzco
en el espejo con una risita
hipócrita. Llamo a otro
y no se parece a tu voz.
Confundo felicidad real
con felicidad plena que eras
tú entre mis brazos. Maldito.
No comments:
Post a Comment